El territorio abulense de tanto en la Reserva Starlight como en la Reserva Natural del Valle Iruelas, o en el Valle del Tiétar, es un terreno de una gran variedad de hongos debido a los distintos hábitats existentes, pudiendo encontrar más de 100 especies diferentes. Los hongos juegan un papel muy importante en los ecosistemas, por ello es necesario hacer una explotación sostenible de este recurso y cumplir con las buenas prácticas de recolección.
Para el correcto uso turístico micológico de este recurso, se han diseñado, creado y señalizado 14 rutas micológicas y 3 reservas micológicas en la Sierra de Gredos y el Valle de Iruelas. Algunas de las especies comestibles se pueden degustar en los restaurantes de la zona, que de forma tradicional o innovando deleitan el paladar del visitante.
Algunas de las rutas micológicas más relevantes son las siguientes:
Ruta de La Lobera por Navaluenga. Mención especial merece una seta que prácticamente solo se encuentra en este municipio, en las zonas de robledal puro, la bella Megacollybia platyphylla.
Ruta del Monte Encinar en El Barraco. Los más buscados son los Boletales de finales de verano y otoño; entre ellos podemos encontrar el faisán ( Leccinellum lepidum ) o el Boletus impolitus, de tonos mostaza.
Ruta del Bullicio en El Barraco. En un ambiente bastante térmico y abrigado, esta zona nos va a ofrecer la posibilidad de dar con especies micológicas muy variadas.
Ruta Cerro de la Chorrera en San Juan de la Nava. Es muy abundante en el pinar el boletal Suillus luteus, cuyos ejemplares jóvenes se utilizan como parte de las conocidas cremas de Boletus, con magníficos resultados.