La Estación Espacial Internacional. Foto NASA.
Bacillus pumilus SAFR-032 es una bacteria identificada por la NASA a finales de la década de los años 1990. Encontrada en una sala limpia del Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory, JPL) de la agencia espacial estadounidense en California, donde se ensamblan las sondas espaciales con destino a otros planetas, este microrganismo destacó porque había sobrevivido a intensos esfuerzos de desinfección por parte del Grupo de Biotecnología y Protección Planetaria, cuyo objetivo es prevenir la contaminación de otros planetas con formas de vida terrestres.
Bacillus pumilus es un extremófilo, un organismo que puede prosperar en condiciones extremas, y tanto las esporas como las células vegetativas de esta cepa exhiben una elevada resistencia a las radiaciones ultravioleta y gamma y al peróxido de hidrógeno –el compuesto usualmente empleado en la desinfección de naves espaciales– en comparación con otras especies de Bacillus.
De hecho, es uno de los microbios más resistentes que se conocen: se colocaron esporas de esta bacteria en el exterior de la Estación Espacial Internacional durante un año y medio para seguir estudiando su resistencia en una variedad de condiciones espaciales, como las de la superficie de Marte o el viaje interplanetario.
Con estos antecedentes, el equipo de la NASA patentó la bacteria, basándose en parte en su utilidad potencial en medicina, protectores solares e investigaciones sobre cómo mantener desinfectadas al máximo las salas limpias, tan necesarias en la industria y la medicina. La NASA y el Instituto de Tecnología de California, que gestiona el JPL, otorgaron la licencia del organismo a una empresa que anteriormente había sido reconocida por la agencia espacial por su trabajo en la mitigación de la radiación durante misiones espaciales de larga duración. Inicialmente pensando que Bacillus pumilus SAFR-032 podría incorporarse a telas o posiblemente a recubrimientos para agregar resistencia a la radiación, la compañía determinó que la capacidad de esta bacteria para absorber la radiación UVA y UVB podría ser más valiosa en el cuidado de la piel humana.
Esporas de Bacillus pumilus SAFR-032. Foto Human Genome Sequencing Center.
De este modo, desarrollaron un compuesto que denominaron Bacillus Lysate con un extracto del microorganismo encontrado en el JPL con la idea de funcionar como protector solar, y que se comercializó como ingrediente para uso en cosméticos después de realizar pruebas de seguridad, eficacia y estabilidad. Bacillus Lysate es el primer producto de base biológica certificado por The Space Foundation, una organización sin ánimo de lucro sobre la educación, la información y la colaboración para la exploración espacial y las industrias inspiradas en el espacio.
Este producto se produce en grandes cantidades y se vende como un aditivo potenciador para productos de protección solar y cremas antienvejecimiento. Disponible en forma líquida en varios volúmenes, se recomienda para lociones, sueros, cremas, bálsamos, geles, barras de labios, aerosoles, productos para el cuidado del cabello y limpiadores faciales.
Autor texto: Ángel Gómez Roldán
Director y Editor de la revista Astronomía